En plena “efervescencia política”, considero pertinente reflexionar en torno al modelo de comunicación político-electoral de nuestro país, porque no fortalece la discusión de ideas ni el sistema democrático.
Las “innovadoras” estrategias de comunicación en el ámbito electoral apuestan a ganar el entorno digital. Actualmente, muchas de las acciones de comunicación como el contacto directo con los públicos, la emisión de información periodística y la producción de campañas propagandísticas, han cedido el paso a la generación de los llamados “copys”.
El “copy” es un “contenido escrito o texto que se usa con fines publicitarios y comunicativos con el objetivo de contar aquello que una marca quiere trasladar a su público objetivo. Hablamos de locuciones, claims, eslóganes, textos gráficos, guiones o contenido web, entre otros”, explica SEO Estudios de Salamanca, España.
El portal indica que el “copy” busca “informar, entretener, contar historias e incluso educar, pero el objetivo último es vender”. Se trata de un contenido mercadológico, que no significa comunicar a profundidad y mucho menos generar comunidades reales. Es enviar información en la inmediatez y con la brevedad que exige el entorno digital, sin la posibilidad de conocer más a fondo lo que se plantea.
Desde hace varios años se acude a mercadólogos, expertos en ventas, limitando el conocimiento profundo de quienes aspiran a los cargos de representación popular. La exigencia de contenidos cada vez más breves e inmediatos, ha detonado, sí, una dinámica creativa, pero no necesariamente enriquecedora para contrastar ideas, valores, visiones, posturas y hasta sentimientos de quienes compiten. Vivimos en la tiranía de la brevedad.
El hecho de que no sea obligatoria la participación en debates, por ejemplo, porque están “a criterio” de las candidatas, genera el riesgo de que no haya contraste directo -en vivo y a todo color- entre Alejandra del Moral Vela (PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza) y Delfina Gómez Álvarez (morena, PT y PVEM), para conocer más a detalle su forma de pensar y sentir frente al desafío de gobernar esta entidad.
La discusión en el entorno digital -inundado de “copys”- provoca lo que precisa Byung-Chul Han (Infocracia. 2022): “La diversión determina la transmisión de contenidos políticos y socava la racionalidad (…) La distinción entre ficción y realidad se torna difusa”. Estamos en la ruta de lo que advierte el filósofo surcoreano: “Quien ofrezca un mejor espectáculo ganará las elecciones”.
Por ello, es necesario revisar el modelo de comunicación político-electoral para elevar el nivel de debate y obligar a la clase política a generar mejores perfiles, a fin de que las elecciones signifiquen -realmente- la disyuntiva de elegir entre los mejores y no entre los más “producidos”.
PERCEPCIÓN
Terrible la matanza del pasado sábado en un balneario de Cortazar, Guanajuato. Familias enteras atestiguaron el hecho atroz.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. Twitter: @RJoyaC