Tras las fiestas de fin de año en el Estado de México se duplicó la basura, de tal suerte que de casi 17 mil toneladas diarias, hubo días donde alcanzaron las 34 mil toneladas de residuos.
En el caso del valle de Toluca la mayoría de los desechos fueron a parar a solo dos rellenos sanitarios disponibles: Zinacantepec (ya casi lleno) y San Antonio La Isla.
De acuerdo con empleados de limpia de bote y de aquellos encargados de un camión recolector, la basura en los hogares, negocios y empresas, se ha duplicado en estas fechas derivado de las posadas, cena y regalos de Navidad y Año Nuevo, Reyes Magos y hasta la tradicional rosca.
“Si recogemos más basura, para que te des una idea de este pequeño negocio recolectaba dos o tres bolsas, ahora en estas fechas me dan hasta seis. Yo creo que se duplicó la basura”, declaró un recolector de basura de la zona centro de Toluca.
Algo parecido ocurre con el carro recolector de desechos, quienes refieren un aumento en la cantidad de basura recolectada a partir de mediados del mes de diciembre y los primeros días de enero.
“Claro que aumenta, no es la misma cantidad, pues la gente compra más y genera muchos más desechos. Hay colonias o unidades habitacionales que juntan enormes montañas de basura”, añadió un empleado del área de limpia de la ciudad.
¿A dónde va a parar esa basura?
De acuerdo a la dirección de Residuos Sólidos y el programa de Protección Civil para Basureros, Estado de México genera casi 17 mil toneladas de basura por día que representa el 13 por ciento de los residuos sólidos de todo el país, aunque a ello se suman otras 7 mil de la Ciudad de México.
En total el Estado de México estaría recibiendo 24 mil toneladas de basura diarias y en estas fechas debido a que se duplica la cantidad, serían 48 mil toneladas diarias.
Actualmente, en el territorio mexiquense existen 10 rellenos sanitarios que operan adecuadamente y cumplen con los requisitos que marca la norma 083, sin embargo, de estos, siete se ubican en la zona del Valle de México y solo tres en el Valle de Toluca.
La situación en en Valle de Toluca se agrava, pues para la mayoría de municipios de esta región sus opciones solo se reduce a dos sitios de disposición final ubicados en Zinacantepec y San Antonio La Isla, toda vez que Xonacatlan fue cerrado y dejo de recibir desechos a pesar de cumplir con la norma ambiental correspondiente.
Aunque Xonacatlan también ya se encuentra a una capacidad del 80 por ciento, sus posibilidades de crecer son reales y de ser así, tendrían la capacidad de resolver el problema de la basura generada en el Valle de Toluca por hasta 50 años más, sin embargo, fue clausurado por la autoridad.
En una visita realizada a estos dos sitios de disposición final, se detecto que efectivamente municipios como Toluca, Temoaya, Otzolotepec, Almoloya de Juárez, entre otros, vienen a Zinacantepec a tirar su basura.
Sin embargo, este relleno sanitario con más de 10 años de operaciones, ya se encuentra en sus últimos años de vida y por lo mismo, seguramente te dra que dejar de recibir los desechos.
En el caso de San Antonio La Isla, a pesar de ser un relleno sanitario joven, también no tiene una gran capacidad y actualmente tiene una sobredemanda porque recibe basura de municipios como Metepec, Lerma, Ocoyoacac, Tenango del Valle y hasta de Xonacatlán, entre otros
De hecho derivado de algunas denuncias ciudadanas, se menciona que en este lugar se están vertiendo residuos tóxicos peligrosos que violan la Norma 083.
Cabe señalar que algunos municipios resuelven sus problemas de basura con basureros controlados que no cumplen estrictamente con la norma 083, pero que permiten su operación controlada.
Fuera de toda norma, también en algunos municipios aparecen de la noche a la mañana, lugares para depositar su basura en sitios que no cumplen con ninguna norma, tal es el caso de Calimaya, donde una mina fue habilitada como tiradero sin que la autoridad hasta el momento acuda y revise el sitio.
Cabe señalar que este tiradero a cielo abierto de Calimaya surgió una vez que en el municipio de Lerma, rechazaron la instalación de un tiradero.
Y es que la inexistencia de rellenos sanitarios da lugar a la aparición de sitios no controlados, los cuales son, por lo general, terrenos a cielo abierto, en los cuales la disposición es indistinta, lo que provoca desequilibrios ambientales ya que estas zonas permiten la liberación al ambiente de los residuos en los sitios donde se instalan, poniendo en riesgo la salud pública y ambiental.
Sin lugar a dudas la autoridad ambiental tiene mucho que resolver en esta materia, pero todo parece indicar que lejos de resolver esta problemática, ha propiciado que se agudice y el futuro luce muy desalentador.