México es uno de los países donde más se consume refresco, de acuerdo a un informe de Statista dado a conocer en agosto del 2022 ocupa el cuarto lugar mundial.
El primer puesto lo tiene Estados Unidos, seguido de Japón y Reino Unido con el segundo y tercer lugar de manera respectiva, Australia está en el quinto puesto y después Suiza y Noruega, Rusia y China están en el otro extremo como países que menos consumen.
El consumo excesivo de refresco trae problemas de salud que derivan en el aumento de peso y enfermedades asociadas, incluida la diabetes, por lo que la recomendación es evitar su consumo si se quiere tener una vida saludable.
Pero dentro de las opciones en el mercado, en el caso del mexicano, está la opción de los refrescos sin gas, sin embargo ¿pueden ser una opción más saludable?.
Las empresas refresqueras han trabajado en la creación de productos sin gas para evitar las múltiples afectaciones que causa a nuestro organismo, pero al final la recomendación de los expertos y sector salud es siempre recurrir a la ingesta de productos naturales, pues aunque los refrescos sin gas son más saludables, no hay bebida más beneficiosa para nuestro cuerpo que el agua.
Uno de los principales inconvenientes son los altos contenidos de azúcar y por lo tanto las calorías, por ejemplo Chaparrita (una empresa que fue creada en 1937) contiene 25 gramos y 100 calorías por cada 250 mililitros, pero Delaware en una botella de 600 mililitros tiene 75 gramos y 264 calorías, lo que no es nada saludable para el cuerpo.