El kilo de pollo se encuentra “por las nubes“, ya que cada semana registra variación en su costo en el valle de Toluca, ubicándose en la actualidad en un precio promedio de entre 67 y 90 pesos, aunque éste depende del sitio en donde se adquiera, ya sea tianguis, pollería o centro comercial.
Lo anterior se derivó de un sondeo a amas de casa y visita al mercado 16 de Septiembre, en donde Cristina Medina señaló que se trata de un producto que se ha vuelto un lujo para muchas familias.
“Cada semana vengo al tianguis o en ocasiones más seguido y me encuentro con que el precio de todo ya repuntó, y al preguntarle al comerciante nos dice que a ellos también les aumentan el producto. En realidad es difícil sortear los aumentos constantes de precios cuando mi marido me da 600 pesos semanales para adquirir la despensa, ¡imagínese!”, aseveró.
No solamente, dijo, se trata del pollo, sino de cualquier tipo de carne, las frutas, verduras, pan y leche, en general todos los artículos de la canasta básica.
Por su parte, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del Inegi indica que el precio del pollo también causó estragos en el bolsillo de los mexicanos, con un alza de 4.67% tan sólo en los dos primeros meses de este año.
Tan solo un kilo de pierna de pollo tiene un costo promedio de 71.26 pesos; de pechuga 90 pesos; pierna y muslo 80 pesos y alón entre 45 y 50 pesos.
Otro testimonio
Alejandro Reyes lamentó el aumento constante en este producto, motivo por el cual muchas familias ya lo adquieren por piezas –tres o cuatro-, y ya no lo compran tan seguido como antes.
“El incremento de la carne de res o de pollo nos perjudica bastante, sobre todo para quienes tenemos dos o tres hijos, porque en ocasiones definitivamente el dinero no nos alcanza, por lo que en lugar de comprar un kilo adquirimos medio o le decimos al propietario del negocio: véndame 30 pesos o solo algunas piezas”, externó.
Pidió tomar en consideración que mucha gente va al día en cuanto a presupuesto, y la situación es más preocupante cuando los sueldos son tan bajos –mil 600 semanales-.
“No se vale que los comerciantes lleven a cabo ajustes semanales, sin que las autoridades intervengan. Los políticos en sus discursos hablan de incrementos salariales cada año, pero la realidad es que como trabajador de una empresa de calzado nunca he visto ese aumento y sí me lo dieron a estas alturas del 2023 prácticamente ya se pulverizó”, indicó.