De acuerdo con los primeros reportes, el pasado 7 de abril el peludo de nombre “Marlyn” salió de su casa, frente a esta se encontró con otro perro de la raza Pastor Alemán y ambos se enfrascaron en una pelea.
La pelea ocurrió frente a la casa de German “N” quien es elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) quien ostenta el rango de cabo, señalaron los miembros de la organización animal.
El sujeto, que se desempeña como Policía Militar (PM) en la Aduana del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), al ver que su perro peleaba salió de su casa con un tubo y un cuchillo con el que le propinó varios piquetes al costado a Marilyn todo esto, aseguraron miembros de la asociación, frente a un niño de 3 años.
Desafortunadamente el perrito horas más tarde murió, por lo que los propietarios interpusieron una denuncia en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) donde el agente del Ministerio Público inició una Carpeta de Investigación por el posible delito de maltrato animal. Sin embargo los propietarios del can denunciaron que están siendo amedrentados por los familiares del militar para que retiren la denuncia.
A mediados de junio del 2021, Manuel “N” de 30 años, un piloto con el grado de Capitán Segundo adscrito a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) de la Base de Santa Lucía, disparó y mató a la mascota de sus vecinos de la unidad habitacional La Isla. El agresor dijo a los oficiales que disparó en defensa propia, sin embargo esta versión fue desmentida por residentes del lugar.
El agresor, acusado por el posible delito de maltrato animal fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) donde quedó a disposición del agente del Ministerio Público y posteriormente trasladado al Centro de Readaptación Social (Cereso), “Doctor Sergio García Ramírez” conocido como el Penal de Chiconautla ubicado en la parte alta de la comunidad de Ciudad Cuauhtémoc en Ecatepec.
De acuerdo al Código para la Biodiversidad del Estado de México, en su artículo 6.23 establece sanciones con multas que van de los 96 mil 220 pesos a los 240 mil 550 pesos a quien realice actos que atenten contra la integridad de la fauna doméstica.
Asimismo, el Código Penal de la entidad contempla en sus artículos 235 Bis y 235 Ter., una pena de tres a seis años de prisión a quien cause lesiones dolosas a la fauna doméstica, incrementando la pena hasta por nueve años si quien comete el delito es un servidor público encargado del bienestar animal.
De comprobarse que un servidor público utilizó su arma de cargo el castigo podría duplicarse, es decir pasaría hasta los 12 años en la cárcel.