Desde hace 25 años, litros y litros de atole de diferentes sabores hierven al mismo tiempo durante la tradicional Feria en Coacalco, que este año ofrece 100 sabores diferentes que podrán disfrutar los asistentes.
Este es el evento gastronómico cultural más importante de la región y el más grande en su tipo del país, reconocido por su ambiente familiar donde la bebida prehispánica se prepara en varias comunidades del municipio desde el siglo XVII.
La Feria del Atole 2022 en su 25 edición se lleva a cabo en un terreno ubicado sobre la Avenida José López Portillo, a la altura de la desviación a Cuautitlán y se clausura este domingo.
A disfrutar de atoles bien calientitos
No solo hay más de 100 sabores diferentes de atole como el de frutos Rojos, Aguamiel, Chongos Zamoranos, nutella, rompope con tequila y galleta oreo, sino también los tradicionales como el de arroz, chocolate, fresa, champurrado y pinole, además hay tamales de diferentes sabores dulces y salados para los paladares más exigentes.
Durante esta feria se instalan juegos mecánicos, zona de comida con antojitos típicos mexicanos, artesanías, espectáculo pirotécnico musicalizado y la presentación de varios artistas.
Un poco de historia
La Feria del Atole se inició para preservar una antigua tradición de Coacalco, que era ofrecer un jarro de atole a las personas que tenían que pernoctar en el municipio, por ser paso obligado hacia el Estado de Hidalgo.
El atole era una bebida prehispánica conocida como “atol”, que en su forma original era la cocción del dulce de maíz en agua y al final de la cocción tenía una moderada viscosidad y se servía caliente.
Los aztecas los preparaban hirviendo masa de maíz hasta espesar, condimentada con cacao, chiles y miel de abeja.
Los españoles modificaron la bebida agregando leche y de ahí nace el champurrado, que se bate para darle una consistencia espumosa y que se endulza con piloncillo. El Atole se acompaña con pan o tamales.
En Coacalco el atole se prepara desde el siglo XVII, cuando el 60% de la población trabajaba en la Hacienda Santa María Guadalupe los Portales y el dueño les daba diariamente 4 litros de leche, por lo cual la gente podía preparar diversos tipos de atole acompañados de frutas de la temporada.