Los juguetes miniatura en forma de camioncitos, yoyos, chupones y de otras formas, son especialmente ofrecidos para el nacimiento del Niño Dios a las afueras del mercado 16 de Septiembre. Es una tradición que se desconoce cuándo inicio, pero es seguro que cada inicio de año no fallen las ventas.
“Desde el 1 de enero estamos aquí, porque hay mucha gente que aún cumple con esta tradición”, explica María Isabel Hernández, comerciante de juguetes para el Niño Dios.
El único giro de María son los juguetes miniatura, por eso se surte al mayoreo y lleva 15 años en su puestos a las afueras del mercado.
“Lo que no se vende se guarda y se saca el próximo año, no hay nada que se pierda”, dice la comerciante.
Son varios puestos, a ellos los instalan a la entrada del mercado 16 de Septiembre, donde ofrecen juguetes miniaturas en pequeñas bolsas o sueltos que los comerciantes no fallan en ofrecer cada año.
“Nosotros hacemos las bolsitas y otros vienen sueltos, según el gusto de la gente”, dice Rafael, otro de los comerciantes dedicados a los juguetes miniatura para nacimientos.
Estos productos vienen de la Ciudad de México, del mercado de Sonora y los de madera de San Antonio la Isla.
La costumbre es que los juguetes diminutos se coloquen el día 5 de enero en el nacimiento para que amanezca el Día de Reyes.
“Es como darle un regalo a un niño de carne y hueso, es la creencia y muchas familias vienen por sus juguetes”, explicó Rafael.
Cada una de las piezas tienen su precio, van de los cinco pesos hasta los 10 y 20 pesos, según el tipo de juguete.
En el caso específico de las bolsas que se ofrecen, cada una cuesta 10 pesos y son de las que más piden las familias, señalaron los comerciantes.
“Todo esto solo es una vez al año, y se le pueden dejar los juguetes al Niño Dios todo el año y luego cambiarlos”, explicaron.
Son unos 10 puestos de juguetes diminutos los que se instalan afuera del mercado 16 de Septiembre de la capital mexiquense, el cual, es uno de los más tradicionales del municipio.