Encuentro de paellas ayuda a la Cruz Roja en Valle de Bravo – El Sol de Toluca

El primer encuentro gastronómico de paellas fue un éxito en el Pueblo Mágico de Valle de Bravo, pues, además de regalar sabores de la alta cocina española en la región, también se contribuyó a una causa social.

En entrevista con este medio, Jaime Núñez, promotor de este evento, explicó que el encuentro de paellas tiene por objetivo impulsar y mejorar la gastronomía de Valle de Bravo.

Así como ayudar con lo recaudado a la delegación de la Cruz Roja de este municipio.

“Estamos apoyando a la Cruz Roja de Valle de Bravo, que es una institución que como todos sabemos vive de donativos y no del gobierno, entonces necesita el apoyo de todos para dar un mejor servicio y tener un mejor equipamiento“, enfatizó.

De acuerdo con la delegación de la Cruz Roja de Valle de Bravo, 8 de cada 10 accidentes son atendidos por esta institución como primer respondiente.

Por lo que es vital su adecuado funcionamiento para tener a paramédicos altamente capacitados y brindar un adecuado servicio de salud.

En este primer encuentro de paellas participaron las cocinas de nueve chefs destacados de la Ciudad de México y de Valle de Bravo, quienes regalaron sus mejores sazones para contribuir a la causa social.

En el aspecto gastronómico, las paellas servidas contenían embutidos, mariscos, vegetales y un sinfín de secretos gastronómicos que los chef invitados colocaron en cada platillo.

Entre los asistentes, destacó la Paella Negra de Andrés Calderón, presidente de la Cofradía Nacional del Arroz, la cual está hecha a base de tinta de calamar.

Que, junto con la forma de cocción, tiñe de negro el arroz del platillo, que también lleva camarones, mejillones, callo de hacha, pulpo, almeja chirla, y un marinado de caldo de pescado y aceite de olivo.

“Está hecha con un caldo, un fumet de pescado y lleva un tratamiento de evaporación del fumet hasta que toma este color con la tinta negra“, explicó el chef entrevistado.

Este evento, organizado por La Aldea Avándaro, Barrio 28 y la Cofradía, cuidó que fuera un evento gastronómico sustentable, tanto en los productos servidos como en la forma de tratar los desechos y la vajilla.

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