El estrés hídrico que se vive en la cuenca del sur-poniente de la entidad mexiquense afecta el nivel de almacenamiento de la presa Miguel Alemán Váldes, ubicada en Valle de Bravo.
En los últimos 5 años, pobladores y visitantes de este Pueblo Mágico han visto cómo se seca el embalse por la crisis ambiental que se vive, y la falta de políticas públicas que no hay en materia de rescate de esta presa.
En el último reporte emitido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el pasado 10 de abril de 2023, la presa de Valle de Bravo se mantenía al 48.77% del total de su capacidad, con un total de 192.350 millones de metros cúbicos de agua almacenada en la Miguel Alemán.
Cinco años atrás, el 10 de abril de 2019, la propia Conagua reportaba que el nivel de la presa de Valle de Bravo era del 87.54%, es decir, 345.251 millones de metros cúbicos de agua.
Por lo que se reportaba un 38.77% más de agua almacenada que la que se reporta en la actualidad.
Han sido cinco años donde la presión hídrica ha cobrado una de las primeras víctimas en materia ambiental: la presa de Valle de Bravo.
En términos económicos, es la principal fuente de empleo en el municipio, al ser el principal atractivo turístico que ofrece este Pueblo Mágico.
Sin embargo, también existe una afectación al acceso del agua, pues esta presa abastece de agua potable a la Ciudad de México y a 13 municipios mexiquenses de la zona conurbada, a través de la red del Sistema Cutzamala.
El actual nivel de almacenamiento que reporta la presa, durante el estiaje de 2023, agudizará más el acceso al agua de los pobladores de la capital del país.
Si no hay un tratamiento y atención adecuada, afectará la actividad turística y económica de Valle de Bravo.