La economía circular debe ser pensada no sólo para impulsar el cuidado del medio ambiente, sino también para generar conciencia de un consumo sostenible, que involucra a gobiernos de los tres órdenes, la iniciativa privada y la sociedad civil.
Lo anterior fue expuesto por especialistas en el marco del Foro “Parlamento Abierto para una Ley de Economía Circular en el Estado de México y Municipios“, realizado en el palacio legislativo estatal.
De acuerdo con Luis Francisco Celis, coordinador de asesores de la Organización en Favor de la Economía Circular del Plástico (OFECP), sostuvo que el Proyecto de Iniciativa de la Ley de Economía Circular del Estado de México y Municipios tiene como objetivo el tránsito gradual de la entidad y sus municipios hacia un nuevo modelo de economía circular, con enfoque de reactivación económica y no sólo ambiental.
Al referir que la Zona Metropolitana del Valle de México es un área prioritaria para aplicar la Economía Circular, el ponente destacó que la economía circular es una alternativa para impulsar la producción y consumo sostenibles, garantizando ciclos económicos sustentables.
“En el Estado de México hay mucha gente que se encarga de la transformación de materiales, y recordemos algo, lo informal no quiere decir que sea ilegal, y actualmente hay mucha gente que se dedica a sostener sus ingresos con la transformación de materiales de forma informal, y esta iniciativa busca integrar a esos grupos vulnerables, con la finalidad de poder construir y que formen parte de la economía circular”, explicó.
En este contexto, Luis Franco Celis aseguró que la economía social sí puede ser ligada a la generación de nuevos mercados, como la comercialización de los residuos, así como la profesionalización y especializaciones en los nuevos procesos.
Satanización del plástico
Jorge Chaín, vicepresidente de la Organización en favor de la Economía Circular, expuso que para la adopción de la economía circular es necesario dejar de satanizar el uso del plástico, además de dejar a un lado la creencia de que los residuos sólo son eso, dejando de lado que son mercancía de segundo uso, con valoración social y económica.
“El plástico es un material indispensable en el sector salud, la inocuidad alimenticia, el campo, el transporte, y tiene un sinfín más de ventajas, de ahí la importancia de concientizar a la sociedad de que es obligatorio un correcto uso de estos, también, al final de su vida útil, apostando por la reutilización de estos materiales, realizando el proceso de recuperación y reciclaje de una manera respetuosa con el medio ambiente”, subrayó.
En este contexto, manifestó que la sustitución del plástico por otro tipo de materiales es inviable, pues es más dañino para el medio ambiente y priva a la sociedad de los beneficios y seguridad que aporta la economía circular.
Por lo anterior, propuso potenciar el uso del plástico como un recurso, pues es un material resistente, seguro y reciclable, y señaló que los productos elaborados del plástico requieren menos consumo de energía y agua para su producción, además de que permite un ahorro importante de combustibles en su transportación debido a su bajo peso.
“Un mundo sin plásticos, ni es posible, ni es sostenible y tampoco es recomendable. Es necesario concientizar a la ciudadanía del uso y consumo responsable de los plásticos, transitando a un modelo de economía circular, teniendo como uno de los grandes objetivos formar una educación ambiental, donde se tengan muy presentes los procesos de producción y se plantee reducir, reutilizar, reparar y reciclar, aumentando la fabricación y su consumo sostenible”, subrayó Jorge Chaín.
Impuestos a los rellenos sanitarios
Para que el tránsito a la economía circular sea una realidad, México debe comenzar a imponer impuestos a los rellenos sanitarios, señaló Alfredo Alegría, ex presidente del Centro de investigación sobre Biodigestión Anaerobia, Residuos Urbanos, Agua, Energía Verde y Composta (Cibruc), quien expuso que la medida ayudaría a la implementación de plantas tratadoras de residuos dentro de la industria.
Por otro lado, sugirió que en la iniciativa de Ley sobre Economía Circular para la entidad y los 125 municipios se proponga la implementación de una economía circular del agua, es decir, que las aguas residuales tratadas sean destinadas a la agricultura y la industria, aunado a la obligatoriedad de captación de agua pluvial en las banquetas de todos los municipios, la cual en lugar de tener como destino el drenaje, sea inyectada al subsuelo.
“Agua ya no tenemos, cada vez nos tantean más a los municipios del Estado de México, cada vez nos quedamos sin agua más tiempo, porque los pozos se están secando, debemos de reabastecer nuestros mantos freáticos”, subrayó Alfredo Alegría.
Coincidió en evitar leyes y normas prohibicionistas, pues esta medida además de sacar del mercado productos esenciales, a futuro limitaría el crecimiento de esa industria.
Los residuos como riqueza patrimonial
En su intervención, el consultor en Economía Social en el Estado de México, Martín Ortega López, enfatizó que los residuos deben ser considerados como una riqueza patrimonial, educativa y social.
Para perseguir la economía circular es necesario tomar referencias de otros países para conocer su construcción y aplicación, pero sin dejar de lado la realidad que se vive en la entidad, indicó el también especialista en economía, quien planteó conocer los núcleos poblacionales de la entidad para contar con una visión transversal en el tema.
“Hay que estimular el desarrollo económico mediante la valorización de los residuos, es aquí donde hay que ver la transversalidad de la ciencia, debemos transitar de un planteamiento teórico al de economía real, economía verde, economía circular, mediante la valoración de los residuos y esta ley se tiene que enfocar hacia allá”.