Pese a que Estados Unidos dejó sin efecto el Título 42 que restringía el asilo a extranjeros, la nueva normativa implementada denominada Título 8 ha generado incertidumbre a las y los migrantes mexicanos, quienes prefieren no arriesgar la posibilidad de conseguir entrada a esa nación por la vía legal.
Así lo consideró Judith Pérez Soria, profesora-investigadora del Colegio Mexiquense, quien puntualizó que la nueva medida implementada por el gobierno estadounidense es prácticamente una política migratoria que tiene los mismos efectos que el Título 42, es decir, no hay cambios reales ni aceptación para las y los migrantes.
“El Título 8 es exactamente lo mismo en efectos concretos, que es deportar de manera inmediata a quienes crucen la frontera, eso se anunció por todos lados, es decir, sí hubo información que se dijo, quitaron el 42, pero esto, así lo dijeron las autoridades, no es una invitación a migrar, no están las puertas abiertas y no los vamos a recibir”, sostuvo la académica.
Debido a lo anterior, dijo, el Estado de México ya figura como la entidad mexicana que tiene mayor presencia de migrantes en Canadá bajo programas de empleos temporales.
Edomex, entre los primeros lugares en migración internacional
La investigadora Judith Pérez sostuvo que se estima que el Estado de México está entre el cuarto y quinto lugar en migración internacional, después de estados de alta tradición migratoria, como Guanajuato, Zacatecas y Michoacán.
Al referir que el fenómeno migratorio mexiquense ha ido al alza del año 2000 a este año, sin embargo no se cuenta con cifras exactas sobre los mexiquenses y mexicanos que viven fuera del país, la académica expuso que los municipios con alta tasa de migración son mayoritariamente los sureños, no obstante, los asentados en grandes urbes como el Valle de México, también tienen procesos migratorios que llaman la atención.
“Mientras que los municipios sureños tienen una historia de migración con la finalidad de mejorar la calidad de vida inmediata, por ejemplo, llama la atención que municipios urbanizados también comienzan a tener migración alta, pero no necesariamente porque las personas se vayan en busca de mejores oportunidades, habría que cuestionarse sobre los factores, que pueden ser la seguridad, entre otros”, comentó.
Pérez Soria sostuvo que existe una comunidad fuerte de mexiquenses asentados en Houston y Chicago, pero también en zonas tradicionales como California, Texas y hasta Nueva York.
Remesas generan mayor consumo
La académica consideró que las remesas pueden detonar un mayor consumo local y hasta mejorar el estilo de vida inmediato, pero no necesariamente fungen como base para generar proyectos productivos.
No obstante, con base en estudios realizados por la academia, se ha podido conocer que una buena proporción de estos recursos son invertidos en la educación de las hijas e hijos de migrantes, lo que se convierte en un activo social a largo plazo.
“Finalmente todo el dinero que llega como remesas se va al consumo y no logra generar inversión o convertirse en actividades productivas que detonen procesos de desarrollo, a lo mejor de manera inmediata mejora el estilo de vida y eso está bien, está documentado que las remesas que se envían, una buena parte de invierte en la educación de los hijos de migrantes y eso es un activo social a largo plazo”, comentó.
De acuerdo con información de estadísticas del Banco de México indican que en 2021 el Estado de México recibió 3 mil 145.5 millones de dólares y en 2022 un total de 3 mil 516.1 millones de dólares, lo que representa 56 mil 587 millones 545 mil pesos y 63 mil 254 millones 639 mil pesos, aproximadamente.
Los municipios mexiquenses que mayor cantidad de remesas recibieron en el último trimestre de 2022 fueron: Acambay, Almoloya de Alquisirás, Atizapán de Zaragoza, Atlacomulco, Chalco, Chimalhuacán, Coatepec Harinas, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Ixtapaluca, Ixtapan de la Sal, La Paz, Luvianos, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, San Felipe del Progreso, Tecámac, Tejupilco, Temascalcingo, Tenancingo, Texcoco, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán, Valle de Bravo y Valle de Chalco.