Dejad que los niños se acerquen a mi, dijo Jesús Cristo, porque de ellos es el reino de los cielos. Palabras que deberían retumbar en los oídos de la humanidad. ¿Qué hemos hecho con los niños? ¿Qué mundo les dejaremos? ¿En que condiciones están y estarán?
La UNICEF hace un llamado a la acción y a la reflexión, 36 millones de niños han debido desplazarse para sobrevivir a causa del cambio climático. Muchos huyen de las guerras. En México son secuestrados, prostituidos y asesinados para comerciar con sus órganos.
Las acciones contra el calentamiento global y cambio climático incluyen políticas de adaptación y mitigación del daño hacia la población vulnerable, niños, ancianos, personas sin trabajo, sin alimentos, sin salud, sin casa, sin nada.
En varios municipios mexiquenses parece incrementarse el número de indigentes que adaptan sus casas bajo puentes y dentro de alcantarillas, con cartones, plásticos, botellas, desechos que recogen de las calles. Duermen allí, porque no hay refugios para ellos, ni alimentos ni comida. Adultos y pequeños le entran al activo, para no sentir el hambre, sus huesos se dibujan bajo una piel sin músculos.
Es sorprendente que, en condiciones de crisis, la maldad humana aumente más rápido que la bondad. Crece el número de homicidios, abuso de menores, trata de personas, usura, robos, encarecimiento de productos básicos, de la vida y enriquecimiento de ladrones.
El peor enemigo del hombre, es el mismo hombre, depredador por excelencia de todas las especies, animales y vegetales incluyéndose a si mismo.
En el primer semestre de este año hubo 494 víctimas de trata. En los estados el incremento fue de 467 por ciento en Michoacán, 300 por ciento en Querétaro, 227 en Chihuahua, Hidalgo 200 por ciento. México en el mundo, ocupa el tercer lugar en prostitución y mendicidad de menores. El lugar 20 en trata de personas.
En la venta de órganos entre el 5 y 10 por ciento de los trasplantes son de menores que estuvieron dispuestos a venderlos con tal de sobrevivir, considerando que un par de corneas cuesta 900 mil pesos, un corazón alcanza los 90 mil euros, cerca de 2 millones de pesos, hígado 120 mil euros y los riñones hasta 200 mil euros.
La pregunta sería ¿cómo detener a secuestradores y asesinos de niños y adultos? Si los delincuentes actúan en complicidad con autoridades ¿cuanto vale la vida de un niño y cuanto la de un adulto?
Los riesgos que enfrentarán los menores para sobrevivir en presente y futuro, van de lo natural a lo antropogénico, el cambio climático, la falta de alimentos y agua los amenazan, además de las amenazas de hombre a hombre, factores antropogénicos que tienen que ver con el corazón del hombre al que sólo le importa su propio bienestar, pero no, la vida.
Cambiar las circunstancias y mejorar las posibilidades de vida y supervivencia, requiere un cambio en la mentalidad de los hombres, acompañando sus dichos con muchas acciones y pocas palabras. Hacen falta hogares, centros de rehabilitación, servicios médicos, alimentos, medicinas, albergues para emergencias y sobre todo, verdadero amor del hombre, por el hombre mismo.
Licenciado en Comunicación por la UAEM
Maestrando en Periodismo Político por la Carlos Septién
Correo: pedro_gomez77@hotmail.com
