Cuando una persona ha sido víctima de asalto a bordo de alguna unidad de pasajeros, sin duda presenta síntomas de estrés postraumático.
En entrevista la psicóloga Ivett Maya, explicó que algunas de las víctimas pueden presentar trastorno en los hábitos en general, que si ya los presentaban pueden agravarse luego de sufrir un robo.
Indicó que después del incidente se agravan, por ejemplo en la alimentación, aumento en fumar o consumo de alguna otra sustancia, mucho o poco sueño.
En el cuerpo se pueden presentar dolores musculares, intestinales, diarreas, dolores de cabeza o alguna otra dolencia física que ocurre justamente después del incidente.
La especialista señaló que los síntomas del estrés agudo y después del postraumático son, por ejemplo, trastornos del sueño, algunas expresiones emocionales muy intensas como el llanto, sobre todo cuando se habla de lo sucedido, ya que en muchas ocasiones la gente evita hablar de lo que vivió y que es un indicativo de que algo no va bien.
Precisó que cuando los y las pasajeras son asaltadas mientras viajan en las unidades del servicio de transporte público, existen una serie de pensamientos que ocurren y que tiene que ver no solo con el asalto mismo, sino con todo el contexto.
“Existen historias, en la que le arrebatan el celular al usuario y ahí para el asunto, pero también hay otras historias de terror en el transporte público. El asunto es que ocurren con mucha violencia y con una violencia muy gratuita que sucede cuando suben los asaltantes, amedrentan a la gente, la amenazan y en muchas ocasiones la golpean porque se dan cuenta que el celular no es lo que esperaban y les exigen entreguen el celular real”, dijo.
Mencionó que en el cerebro de la víctima al momento de un asalto, ocurren muchas cosas. La primera es el nivel de amenaza percibida por el usuario, si es un pasajero que ha estado en asaltos en los que no ha pasado de recoger los celulares y algo de dinero, probablemente la amenaza no es tan grande, pero es muy diferente si han sido golpeados o han presenciado cómo golpean o abusan sexualmente de alguien más, hay diferentes niveles de respuesta.
Finalmente explicó que el nivel de respuesta ante una intensidad muy baja, es entregar lo que los delincuentes están pidiendo. Ante una intensidad un poco más alta, se da una respuesta que podría resultar muy poco funcional, pero que en muchas ocasiones es incontrolable y es el defenderse. En una respuesta de mucha mayor intensidad, la gente se paraliza, cosa que aseguró también es un problema porque los ladrones están esperando a que les entreguen las cosas, y ocurre con frecuencia que golpean a la gente que permanece inmóvil.