Previo al 1 y 2 de noviembre, a las afueras de los panteones del Valle de Toluca, grupos de jóvenes se instalan para prestar servicios en la limpieza de tumbas.
Se trata de los “limpiadores de tumbas”, que llegan previo al Día de Muertos para cortar pasto, remover tierra y lozas dañadas para echarles una mano de pintura o volver a instalarle las cruces.
“Por lo regular la gente es quien arregla sus propias tumbas, pero cuando no, ahí es que nosotros hacemos la chamba, se puede decir“, explicó Juan, quien con otro grupo se trasladaron de San Pablo Autopan para hacer los trabajos duros en los panteones.
Los grupos piden permiso a los encargados de los panteones y solo que las familias los requieran, ingresan al cementerio.
Aunque otros, cada quien por su lado, ingresan y ofrecen sus servicios en las tumbas donde miran que hay familias.
“En ocasiones no sale nada, por eso es que yo les digo a los compañeros que mejor nos metamos y a quien caiga, esperemos que este año nos vaya bien”, añadió el limpiador de tumbas.
Hasta el año pasado los costos eran de 50 a 70 pesos por el servicio de limpieza, pero este año van de los 80 a los 100 pesos.
“La tumba se deja bien limpia, si es necesario se le echa pintura pero eso corre por cuenta de la familia que lo pide“, dicen los limpiadores.
El día 1 y 2 los grupos de limpiadores se instalan al lado de las pilas de agua o en las rejas del panteón de de la Soledad y el municipal.
En dichos puntos también hacen servicio de acarreo de agua para las flores que colocan las familias, llevan sus cubetas y la van llenando y vaciando en cada servicio.
Los grupos de limpiadores no son bien vistos por los trabajadores de los panteones, pues las propinas que eran para ellos, se las llevan los otros.
“No siempre te dejan ponerte porque los trabajadores del panteón hacen esa chamba“, comentaron.
Estos personajes también son parte del colorido festejo de Día de Muertos. Son solo dos días en que se les puede ver a las afueras del panteón, pues es la única fecha del año en que los campos santos se llenan de personas vivas, dicen.